En la parte superior se encuentra una estrella, debajo una paloma que vuela hacia tres signos que en el lenguaje heráldico quiere decir montañas.
¿Qué quiere decir este escudo?
Ante todo que tenemos una estrella polar. Para nosotras, la Virgen Maria es y debe ser nuestra estrella polar, esto quiere decir, que no debemos nunca perderla de vista. Es necesario mirar la estrella polar para corregir la ruta cuando no se camina bien. O sea, consultar de vez en cuando a qué punto estamos de nuestro camino religioso y preguntarnos: ¿cómo haría la Virgen Maria esto? o, ¿cómo hizo la Virgen María esto?
Debajo se encuentra una paloma. ¿Por qué? Porque el Evangelio de la Visitación dice: Abiit in montana cum festinatione. Es como si dijera: voló hacia allá a Ain Karim, el pueblo de Isabel, y era en la montaña. El Evangelio no dice el nombre de aquella montaña. Solamente que fue a la montaña volando cum festinatione, de prisa. También esto es un signo. Quiere decir que nosotras, guiadas de la estrella polar, no debemos arrastrarnos. Debemos, más bien, tener una voluntad despierta, ardiente, que tiende no materialmente sino espiritualmente a volar.
El lema: La Virgen María fue de prisa por la montaña: cum festinatione.
El derecho de la medalla
Representa la Virgen Maria que va a visitar a santa Isabel y, le pone algo en mano, es como un regalo para santa Isabel, se ve solo un paquetico. Esto quiere decir que también nosotras, de tanto en tanto, cuando pensamos al camino que estamos recorriendo debemos preguntarnos: ¿qué estoy llevando a la Virgen María? Y si hago una visita al pròjimo, cuando me acerco: ¿qué doy, ¿qué deja mi presencia? Se puede decir verdaderamente che cuando estuve en algún lugar, cuando traté con una persona cercana, con una hermana, ¿dejé algo?